Según explicó en el Foro de la Nueva Sociedad, organizado por Nueva Economía Fórum, con la colaboración de la Fundación ONCE y la Fundación Pfizer, "España necesita 60.000 investigadores". Puesto que "no estamos formando a los científicos que necesitaríamos" para cubrir esta demanda, la "única opción" es, en su opinión, contratar investigadores extranjeros.

Martínez estimó necesario crear un escenario "atractivo para ellos", para "transformar a España en la California de Europa". También señaló la importancia de crear centros de investigación en países como India, China o de Latinoamérica.

Asimismo, juzgó imprescindible apostar por programas como el Ramón y Cajal, que apuestan por la formación de nuevos investigadores, dado el envejecimiento de los científicos españoles, cuya edad media es de 54 años.

Por otro lado, Martínez apuntó que, en España, dos de cada tres investigadores trabajan para el sector público, en contra de lo que sucede en otros países.

"Es necesario que las empresas financien al menos el 66% de la investigación pero, actualmente, lo hacen en un 41%", añadió.

La fragmentación (que conduce a que cada comunidad autónoma desarrolle su actividad de forma inconexa), el envejecimiento, la rigidez, la excesiva burocratización y la falta de autonomía son los problemas endémicos del CSIC, a juicio de su presidente.

Para ponerles remedio, Martínez mostró confianza en la conversión del Consejo en una Agencia, prevista para comienzos de 2007.

Según Martínez, el CSIC produce el 20% de la ciencia y el 52% de la ciencia de excelencia españolas. Su actividad se centra en transferir conocimiento al sector industrial, en la formación de investigadores, en la participación en grandes instalaciones y en la generación de patentes.

Entre algunos proyectos del CSIC que han alcanzado gran notoriedad, Martínez recordó la invención de la pasta alimenticia a partir de la que se producen las "gulas" y citó estudios como los elaborados en torno a la gripe aviar.

Como objetivos, se refirió a incrementar en un 40% la cantidad de producciones científicas, aumentar en un 130% el número de licencias a empresas (dada la deficiente situación actual en lo que se refiere a transferencia de conocimiento a empresas) y multiplicar por dos el número de empresas de base tecnológica.