Los servicios de asesoría del sindicato prestarán asistencia a los funcionarios que se sientan acosados. Según CSI-CSIF, la Administración "es un lugar propicio para este tipo de políticas abusivas".

El sindicato de funcionarios ha pedido además a los grupos parlamentarios que reformen el Código Penal para tipificar como delito el acoso psicoógico en el trabajo y ha reclamado al Ministerio de Justicia, al Consejo General del Poder Judicial y a las comunidades autónomas que tienen transferidas las competencias de justicia que apliquen un sistema disciplinario contra los acosadores.

Según el presidente de CSI-CSIF, Josep Lluis Bauzá, la "estructura obsoleta" de la Administración facilita el acoso a los funcionarios sobrecargados de trabajo, tanto por parte de sus superiores como de sus compañeros.

Este acoso se traduce, según el sindicto, en trato degradante, denegación de permisos y licencias, cambios en periodos de vacaciones, informes negativos, apertura de expedientes disciplinarios con poca o con ninguna base y la falta de presunción de inocencia del funcionario afectado por esos expedientes.

Los expertos estiman que existen hasta 45 formas distintas de ejercer el "mobbing", que van desde no hablar con la víctima, no adjudicarle trabajo o darle más del que puede realizar, hasta ridicularizar su aspecto o hacer circular calumnis sobre su vida privada.

Asimismo, reconocen que el acoso psicológico en el trabajo puede tener graves repercusiones en la salud, como la anorexia, el riesgo de infarto debido a la tensión acumulada, el agravamiento de enfermedades, el tabaquismo, la adicción al alcohol, etc.