Los 350 vocales en representación de 600.000 socios y 80.000 voluntarios decidieron continuar trabajando con los grupos de "alta marginación", como toxicómanos residuales, enfermos de sida, ancianos sin familia o hijos de reclusas; así como aquellos que se encuentran desprotegidos por la ley como los inmigrantes ilegales.

Un colectivo que recibirá trato especial de esta organización son las personas mayores. Su accion se concretará en la ayuda a domicilio, la teleasistencia y los centros de día. Asimismo, impulsará planes formativos en prejubilación a través de cursos en las empresas, asociaciones de vecinos y centros culturales, de cara a ofrecerles ocupaciones alternativas e incorporarlos al voluntariado social.

La formación y la educación, especialmente de los jóvenes, y la poteniación del trabajo en el ámbito local, donde actualmente Cruz Roja es la institución humanitaria con mayor implantación en nuestro país, son otros campos de especial importancia para la organización humanitaria.

En cuanto a la solidaridad con los países menos favorecidos, todas las asambleas locales y provinciales de la organización dedicarán al menos el uno por ciento de sus presupuestos a la cooperación para el desarrollo, además de crear en todas las instancias territoriales la figura del responsabe de cooperación.

Cruz Roja Española condena los graves incumplimientos de las normas humanitarias en la antigua Yugoslavia, al tiempo que hace un llamamiento para que se solucionen por medios pacíficos los conflictos bélicos actualmente abiertos.

La institución emprenderá labores de sensibilización ciudadana en los campos de la paz y el derecho internacional humanitario, los derechos humanos y el medio ambiente. Hará hincapié en la lucha contra el racismo y la xenofobia, apostando por la convivecia de culturas.