Según fuentes de la institución humanitaria, el reparto, que se hace de manera gratuita, va dirigido a más de 900.000 personas con una situación económica precaria y con dificultades para acceder a los medios básicos de superviviencia: grupos familiares con niños y ancianos a su cargo, familias monoparentales, discapacitados, drogodependientes, enfermos de sida, menores, mujeres maltrtadas, minorías étnicas, inmigrantes, refugiados, ex reclusos y ancianos.

El programa, en el que participan 6.200 entidades, tiene su origen en el invierno de 1986/87 cuando, ante la ola de frío que sufrió Europa, se decidió distribuir alimentos procedentes de la Unión Europea para paliar los efectos que el mal tiempo había producido en la población más vulnerable.

Actualmente, el programa cumple 15 años y, desde el principio, Cruz Roja Española colabora con el Fondo Español de Garantía Agraria (EGA) en la gestión y distribución de los excedentes comunitarios.