El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) considera que la creación de un Tribunal Penal Internacional puede fortalecer el artículo 1 de los convenios de Ginebra, según el cual los Estados se comprometen a respetar y a hacer respetar las disposiciones de dichos convenios.

Sommaruga ha asegurado, en la sesión plenaia de apertura de la Conferencia, que para que se lleve a cabo con éxito este proyecto el tribunal debe cumplir tres principios básicos.

El primero es dotarse de jurisdicción en los crímines de guerra que se cometan tanto en los conflictos internacionales como en los no internacionales. El segundo es contar con jurisdicción en crímenes de guerra, de genocidio y de la humanidad desde el momento en que un Estado sea parte de un Tratado, y el tercero es que el siscal del tribunal tenga competencia para eprender investigaciones y entablar procesos por propia iniciativa, respetando la norma de complementariedad.

La Conferencia Diplomática para la creación del Tribunal Penal Internacional tiene como objetivo finalizar el proyecto del Estatuto de dicho Tribunal. Para mediados del mes de julio se prevé que los Estados deben haber preparado un Tratado que deban ratificar en el menor espacio de tiempo posible.