El año 1994 comenzaba con la inclusión, por decreto, de las nuevas modalidades de contratación. Era el pistoletazo de salida a la reforma del mercado laboral y a un largo camino que elGobierno ha iniciado con la aprobación de leyes como la de Arrendamientos Urbanos o la liberalización de las telecomunicaciones. El Ejecutivo ha comenzado este año a abordar las reformas estructurales y públicas que nos acercarán a Europa.

La reforma del mercado laboral se ha convertido en una de las principales cartas de presentación del Gobierno, a pesar de la confrontación que provocó con los sindicatos. Además, el Gobierno ha podido apoyarse en datos positivos, al menos cuantitativamente.

El escenso del paro, el incremento de los contratos a tiempo parcial, de aprendizaje y en prácticas y el aumento de mujeres en el mercado de trabajo avalan la reforma o, cuando menos, dan argumentos sólidos para defenderla ante sus críticos.

Las críticas, que desde la óptica sindical estaban más justificadas que nunca, no han evitado que vocablos como 'aprendiz', 'moderación salarial' o 'flexibilización del despido' resulten ya familiares a trabajadores y empresarios. La reforma laboral, en menos de un ao, es ya un hecho real en las empresas, hasta el punto de que algunos la consideran caduca y piden ya una segunda reforma laboral.

BAJO LA SOMBRA DE RUBIO

Casi al mismo tiempo que el mercado laboral era regulado, el Congreso volvía a alcanzar un consenso similar para dar 'luz verde' a la Ley de Autonomía del Banco de España. Por imposición comunitaria, la Ley de Autonomía quedaba aprobada no sin registrarse antes tiras y aflojas políticos para ratificar a Luis Angel Rojo al frente de la autoridad moetaria.

España se abría camino a Europa otorgando pleno poder al banco emisor en materia monetaria, prohibía la financiación del sector público y ponía limitaciones a los miembros de alta dirección, para evitar que se aprovechen de información privilegiada; una cuestión, esta última, que trataba de evitar un nuevo tropiezo en la piedra con la que Mariano Rubio resquebrajó una de las instituciones, hasta entonces, más fiables del país. La sombra de Rubio no sólo pesará sobre esta ley.

Los nuevos pderes de la política monetaria quedaban relegados para el 95, pero sus amenazas ya se han dejado notar en cuanto el Gobierno anunciaba la subida en un punto del IVA. La subida de tipos de interés para el próximo año es casi un hecho para los analistas de los mercados financieros, y el propio Luis Angel Rojo anunció el abandono de los activos líquidos en manos del público (ALP) como variable fundamental de la política monetaria.

REFORMAS FISCALES

La reforma del sistema tributario y la consiguiente luha contra el fraude ha sido otra de las inquietudes -u obligaciones- del Gobierno para 'lavar la cara' ante la opinión pública después de revelarse las deficiencias del fisco con fortunas tan suculentas como las de Rubio, Conde o Roldán.

La Ley General Tributaria era remitida a Cortes con novedades como la rebaja de las sanciones máximas por infracciones del 300 al 150 por cien de lo defraudado y la dotación a la Agencia Tributaria de instrumentos más eficaces para controlar el fraude, como el accesolas cuentas bancarias de los contribuyentes.

Pero la verdadera reforma tributaria quedaba esbozada para 1995 en la Ley de Medidas Fiscales, en la que el Impuesto de la Renta, el de Sucesiones, IVA, Impuestos Especiales y Locales eran retocados de algún modo; incluso el polémico Impuesto de Sociedades, cuya auténtica reforma, ante la fuerte presión de CiU, el Gobierno ha dejado para 1995.

En esta misma materia, al margen de las modificaciones introducidas en los Presupuestos, el proyecto de Ley d Delito Fiscal aumentaba el límite mínimo de la cantidad defraudada de cinco a quince millones para que fuese tipificado como delito.

Tres meses después, una vez que la ola rompió con fuerza y las aguas volvieron a tranquilizarse, parece que PSOE, CiU y PNV, con la ley en trámite parlamentario, dan marcha atrás y dejan la cuantía en cinco millones.

CAMBIOS "HISTORICOS"

Pero sin duda el cambio "histórico" de este año ha sido la liberalización de las Telecomunicaciones que nos anuncian, en boca d Serra una "segunda revolución industrial", por la que se concederá un segundo operador de telefonía móvil y se presentará un proyecto de ley para la televisión por cable antes de que concluya el año.

"Revolución" o "cambio histórico" para 1995 será también la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU), que contó con el consenso del Congreso y que se aplicará en 1995. La LAU revisa los alquileres anteriores a 1985, no permite las rentas congeladas, reduce las subrogaciones y los alquileres tendrán que contraarse como mínimo por cinco años.

En un año marcado por el nacimiento de multitud de leyes, el Gobierno daba el primer paso para la privatización de empresas públicas al remitir a Cortes la Ley de Privatizaciones. El Estado mantendrá el control sobre las actividades empresariales de interés público después de la venta de los paquetes de control.

Es un ejemplo de los prólogos introducidos por el Ejecutivo para posteriores reformas más atrevidas, como la modificación de la Ley del Suelo, que para Grñán supondrá la segunda reforma laboral, o la financiación de la Seguridad Social, tras dar vía libre a la Ley de Seguro de Privado, de vital importancia para aquellos que se suscriben a un fondo de pensiones.

Sin embargo, las siempre delicadas pensiones tendrán que esperar a la ponencia del Congreso que camina a pasos de tortuga y posiblemente a que pasen los comicios municipales, por tener un considerable impacto electoral.

No menos importancia tendrán la reforma de los colegios profesionales, a reforma de los precios autorizados, las medidas contra la morosidad y la nueva Ley del Impuesto de Sociedades. Y, por supuesto, el anunciado plan de contención del déficit público, en el que tendrán que 'mojarse` ministerios, administraciones locales y autonómicas y empresas públicas. Los borradores de las nuevas reformas para 1995 ya circulan por la Comisión para Asuntos Económicos.