CRONICA RESUMEN 1994. CULTURA =============================
- Con el Oscar a "Belle Epoque", directores y productores creen llegado el momento de pisar fuerte en el mundo
- Las subvenciones se condicionan a a aceptación por parte del público
- Los monjes de Silos conquistan el mundo con el canto gregoriano y se esconden de su propio éxito
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(Por José Enrique Meléndez)
El Oscar obtenido en el mes de marzo por "Belle Epoque" ha hecho pensar a muchos que realmente puede haber comenzado una "bella época" para el cine español. Después de languidecer durante un lustro, entre diagnósticos de "pronóstico reservado" de lo más pesimistas, nuestra filmografía parece lvantar cabeza finalmente.
Ha sido un año marcado, en lo cinematográfico, por las disputas entre productores y exhibidores a nivel interno y entre el cine europeo y el americano a nivel internacional. Todo ello encuadrado entre cánticos gregorianos, que han supuesto el otro "bombazo" de la temporada y ha suscitado no menos polémicas.
Volviendo a lo del Oscar, ésta era la segunda vez que una película que representaba oficialmente a España se alzaba con la estatuilla correspondiente al mejor filme etranjero. Tal fue el júbilo ante este nuevo galardón que la Academia de Ciencias y Artes Audiovisuales (ACAA) ha recurrido al artífice de la primera (José Luis Garci y su "Volver a empezar") para tratar de repetir el milagro en 1995 con "Canción de cuna".
Pero no es "oscar" todo lo que reluce, y "Belle Epoque", que contaba con algunos de los ingredientes más sabrosos de nuestra industria (dirección de Fernando Trueba, guión de Rafael Azcona, García Sánchez y el propio Trueba, y producción de Andrés Viente Gómez), es sólo la punta del iceberg de una producción nacional que sale ya de su letargo y empieza a dar pasos firmes tanto en lo creativo como en lo artístico, lo técnico y lo económico.
Cada vez son más los actores españoles llamados por los grandes directores para sus películas. Baste recordar los casos de Antonio Banderas, Carmen Maura, Victoria Abril o Ariadna Gil. Nuevos directores y guionistas están rebasando las fronteras con proyectos ambiciosos y el número de películas españolas en cerámenes internacionales aumenta vertiginosamente.
APOYOS PARA VENCER AL GIGANTE
El decreto de "Medidas para la Protección del Audiovisual", en el que participaron el Ministerio de Economía y Hacienda y el de Industria, además del de Cultura, fue el espaldarazo institucional a esa resurrección, algo así como el último empujón para que el moribundo camine de una vez.
A pesar de los conflictos iniciales, que enfrentaron a los exhibidores con los productores por culpa de las cuotas de pantalla (los ueños de salas consideraban un error ir en contra de los gustos de los espectadores y pedían mejores películas españolas en lugar de limitaciones para las buenas películas extranjeras), la nueva ley ha sido como el brebaje que ha levantado al muerto, y ahora todos se alegran incluso de poder andar sin necesidad de las muletas de las subvenciones estatales.
La negociación del GATT puso en pie de guerra a las cinematografías europeas contra la apisonadora de las "major" norteamericanas. Incluso Bill Cliton preguntó sorprendido a Felipe González en una entrevista entre ambos por el motivo del rechazo español hacia la que se considera la segunda mayor fuente de ingresos de Estados Unidos. Finalmente, parece que España, siguiendo el ejemplo de Francia, Italia y Gran Bretaña, ha optado por hacer mejores productos en lugar de parapetarse en barreras para las películas extranjeras.
Las cuotas de pantalla y la restricción de licencias de doblaje son sólo una medida provisional para limitar el avance de Holywood y dar un respiro a los cineastas españoles, que han cogido el guante y empiezan a hacer más y mejores largometrajes.
MAS INVERSION Y MENOS AYUDAS
Enrique Balmaseda, reincorporado al cargo de director general de Cinematografía en marzo, tras un paréntesis de dos años, dejó claro que lo importante es fomentar la inversión privada y, efectivamente, cada vez se emplea más dinero en producir películas. La calidad surge a partir de una cierta holgura de medios.
Una de las medidas a fomentar en sta vía del aumento de la calidad es la supresión de las subvenciones anticipadas, que a menudo desembocaban en la financiación oficial de películas de escasa conexión con el público. Ahora la película recibe la ayuda después de haber demostrado su aceptación por parte de los espectadores a través de unas determinadas cifras de taquilla.
Pero como en todo guiso siempre aparece un pelo, la nueva normativa pronto ha desatado la polémica, al favorecer a las producciones en lenguas autonómicas exigiéndole una menor facturación para acceder a la subvención. Esto ha caído como un trabucazo en medio del conflicto lingüístico que en otras áreas está motivando batallas más agrias.
Pero el hecho demostrado es que cada vez se ve cine español en más partes del mundo. En 1993 nuestras películas estuvieron presentes en un total de 218 certámenes de todo el mundo, entre festivales, semanas y ciclos dedicados a actores o directores. El revés de la no inclusión de ningún título español en la última edición del Fesival de Cannes fue debidamente aclarado por su director a los productores españoles al pedirles que le envíen las cintas con más antelación para que puedan ser seleccionadas.
Y la resurrección no sólo ha llegado a los filmes españoles. Tras debatirse entre una numantina resistencia o la transformación en discoteca o hipermercado, las salas de cine también están viendo resurgir el sol en el horizonte. La reconversión de las grandes salas en varios multicines ha supuesto la salvación de infinidad de negcios agonizantes y la aparición de cines de pequeño formato en muchas localidades donde hasta ahora no había.
LA MUSICA DIVINA Y EL PUDOR
La banda sonora del año ha sido indiscutiblemente el canto gregoriano. Y los intérpretes que han simbolizado, incluso a su pesar, ese resurgimiento de un género musical restringido hasta hace poco a los aficionados más especializados han sido los monjes del monasterio benedictino de Santo Domingo de Silos. Queda por dilucidar si tan repentina devoción es atribuibl a las dotes vocales de esta agrupación (que, por otra parte, llevan siglos interpretando estas piezas sacras) o del lanzamiento internacional como producto de masas a través de una gran casa discográfica.
Y el inesperado protagonismo ha sido tan a pesar de los recoletos religiosos que, huyendo del éxito, han tenido que restringir sus misas abiertas al público, que se agolpaba en la abadía para escuchar sus "Veni Sanctae Spiritus" y sus "Kyrie". Quienes no huyeron del éxito fueron dos ex maestros del oro, que registraron los arreglos musicales de las piezas (algo imposible, según los expertos, ya que es una música monódica y por tanto no puede arreglarse) para cobrar los derechos de autor.
Con o sin su consentimiento, han proliferado durante este año las grabaciones de piezas gregorianas, a ser posible del Monasterio de Silos, como si fuesen setas. Los más doctos en la materia aconsejan desconfiar de buena parte de estos registros, mientras Radio Nacional de España (RNE) ha cerrado 1994 con el lanamiento del concierto que dieron los de Silos en el Teatro Real de Madrid en 1972, cuando eran más voces en el coro.
(SERVIMEDIA)
18 Dic 1994
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