La crisis económica o ha afectado a la ocupación hotelera, que ronda el 90 por ciento, de modo que es algo superior a la del año pasado en estas fechas pre-sanfermineras.

Los hoteles situados en el centro de Pamplona tienen reservadas la totalidad de sus habitaciones para el fin de semana, así como para los primeros días de fiesta.

Según un responsable de la Asociación de Hoteles de Pamplona, que agrupa a ocho establecimientos que disponen de más de 6.000 camas, el índice de ocupación supera en diez puntos el registado en las pasadas fiestas.

Más de la mitad de los extranjeros que han reservado una habitación son norteamericanos, admiradores de Hemingway y el resto son fundamentalmente australianos, franceses, alemanes, ingleses e italianos.

Los precios de las habitaciones dobles oscilan entre las 16.000 y las 45.000 pesetas, y es que no en vano los pamploneses comentan que los hoteles, bares y restaurantes de la capital navarra hacen "su agosto" en julio, aprovechando la celebración de los "sanfermines" paa incrementar sus precios.

Mientras miles de turistas comienzan a instalarse y a entonarse en las tascas del casco antiguo, a los pamploneses la llegada de la fiesta parece haberles pillado de sorpresa y en las horas previas al estallido del cohete llenan los comercios y zapaterías en busca de alpargatas, pañuelos y camisetas para vestirse de blanco y rojo, hasta que el "Pobre de Mí" del día 14 ponga fin a los Sanfermines.

Quienes han hecho sus compras con antelación, aprovechan la jornada de hoypara descansar o darse una vuelta por los corrales del Gas y observar a los toros que se lidiarán en el coso taurino pamplonés después de correr los ocho encierros sanfermineros.