Con un presupuesto estimado en torno a los 60 millones de euros, esta actuación beneficiará a un área de influencia con una población superior a los 600.000 habitantes.

Permitirá el aprovechamiento de las aguas derivadas en el azud del río Grande para su tratamiento en la planta de El Atabal en Málaga, y su posterior distribución a través del sistema de la Empresa Municipal de Aguas de Málaga (Emasa).

Así, junto a las nuevas actuaciones de Emasa y Acuamed, se permitirá una utilización más racional de los recursos hídricos de la cuenca del Guadalhorce, garantizando de este modo el suministro de agua a la capital y a toda su área de influencia.

La obra estará financiada en un 48% por la Agencia Andaluza del Agua, un 32% corresponderá al Ayuntamiento de Málaga, que pagará a través de un préstamo que le cede Acuamed a devolver en 50 años, y un 20% financiado con fondos europeos.