Los fuegos han arrasado cerca de 4.500 hectáreas de varias zonas de vegetación, bosque y cultivos en los últimos cinco días, trasiniciarse las llamas en la Pobla de Massaluca.

Estos incendios costaron la vida a cuatro bomberos y se extendieron por la comarca de la Tierra Alta. El siniestro sólo tenía hoy un frente activo, en la Serra dels Valencians, en dirección a Ribarroja d'Ebre. Los otros dos focos, en Sant Srancefc y la Pobla de Massaluca, ya están controlados.

Durante las operaciones de control de los incendios han participado veintinueve vehículos de bomberos y dos helicópteros bombarderos.

Otro de los incendio, que el fuerte viento ha impidido controlar hasta hoy, el del Coll de Santa Cristina, fue controlado esta madrugada, aunque se mantienen en la zona veinticinco coches de bomberos para evitar que el fuego se avive.

Las llamas han devastado en esa zona unas 400 hectáreas de montes y vegetación, y ayer obligaron a desalojar trescientos chalés cercanos al fuego. El tercer incendio activo, que quedó extinguido hoy era el de Querol, en la comarca del Alt Camp, con un balance de 45 hectáreas de monte quemads.

EL ALCALDE CULPA A LA N-II

Por otra parte, el alcalde de Arenys de Mar, Ignasi Moreno, culpó hoy a la construcción de la autovía A-19, en la comarca del Maresme, de haber provocado el aumento de riesgo de riadas.

En esa localidad, una tromba de agua arrastró ayer por la tarde más de veinte vehículos y obligó a rescatar a varias personas que pasaban por la riera de esa ciudad.

La intensidad de la lluvia, que llegó a ser de sesenta y ocho litros por metro cuadrado, causó el desbordamientode la riera, e inundó completamente la carretera nacional N-II y las vías de Renfe.