Así lo expresó hoy a Servimedia el presidente de la Unión Sindical de Controladores Aéreos (USCA), Juan María Gil, quien apuntó a la creación de esta "ITV aérea" como una solución para los problemas de seguridad en los vuelos operados por determinadas compañías.

A este respecto, criticó a las autoridades comunitarias "por no haber logrado todavía ponerse de acuerdo en cuanto al sistema para garantizar que todos los vuelos cumplan con unos requisitos" comunes y manifestó su "preocupación" por el bajo nivel de inspecciones que se realizan, debido a la escasa remuneración de los profesionales de este sector.

Recordó que durante el pasado año en España sólo se revisaron 213 de los 1,7 millones de vuelos operados en los aeropuertos nacionales, una cantidad que, a juicio de Gil, "supone un claro déficit".

"La mayoría de los inspectores son pilotos que no vuelan y lo que está muy claro es que hay que incentivar este tipo de profesión, porque en la actualidad se pagan nóminas en el entorno de los 1.200 euros al mes, cantidad que no atrae a los inspectores", señaló.

IMPRUDENCIA UE

Por lo que respecta a la decisión de la Dirección General de Aviación Civil de no elaborar "listas negras" en España hasta que la Unión Europea decida al respecto, el presidente de USCA manifestó su satisfacción por la decisión, ya que "es mejor realizar un análisis de la situación en frío y con prudencia".

"La decisión de las autoridades españolas es lo más prudente dentro de la gran imprudencia de la Unión Europea, a la que llevamos años solicitando una mayor implicación en la seguridad de las compañías que sobrevuelan el espacio aéreo comunitario. España debe esperar a lo que decida la Comisión y el Parlamento Europeo", señaló.

Gil también aprovechó para criticar la postura del Gobierno francés, "que no ha tardado mucho en iniciar políticas de cara a la opinión pública", en referencia a la creación de la primera "lista negra" de aerolíneas tras el accidente que costó en Venezuela la vida a 153 ciudadanos galos.

"Al final lo que pasa es que los gobiernos tachan a compañías de poco seguras sin analizar los aparatos que tienen, sus horas de vuelo, sus especificaciones técnicas ni sus números de bastidor, ya que es más fácil prohibir a algunas aerolíneas operar, tranquilizar a la población y seguir recibiendo votos en las próximas elecciones", concluyó el presidente de USCA.