Preguntado por el desarrollo de las pesquisas, un portavoz de Cetursa explicó a servimedia que la investigación "va lenta porque hay muchas partes implicadas".

De hecho, desde la propia estación se indicó pocas horas después del accidente que se trataba de un hecho inédito con este tipo de remontes en todo el mundo y se descartó que la causa principal fuera una ráfaga de viento.

La comisión técnica que se encarga de investigar las causas del incidente fue constituida un día después del siniestro y recaba información de la Guardia Civil, de la Consejería de Obras Públicas y Transportes, de la empresa constructora del remonte y de cuantos técnicos sean necesarios.

El telesilla sigue acordonado y no volverá a funcionar hasta que lo establezcan la propia comisión y la Consejería de Obras Públicas y Transportes de la Junta de Andalucía.

Según el informe ocular de la Guardia civil, el accidente se produjo por la rotura de tres tornillos del sistema de sujeción del balancín desprendido. Los tornillos que se partieron eran tres de los cuatro que apretaban las piezas de sujeción del mecanismo de poleas al brazo del pilar número 4, correspondiente al sentido de subida del telesilla.

El caso está siendo investigado en el Juzgado de Instrucción número dos de Granada, que ha ordenado a los forenses que realicen exploraciones de los esquiadores que resultaron heridos.

De las 23 personas dañadas en el accidente, dos estuvieron ingresadas durante varias semanas en el Área de Traumatología del Hospital Virgen de las Nieves de Granada. Según Cetursa, solo tres de los afectados han presentado denuncias ante la Guardia Civil.