La construcciónde la incineradora está únicamente pendiente de la autorización municipal. Por este motivo, las cinco organizaciones de ámbito estatal han reclamado al Gobierno vasco y a la Diputación Foral de Vizcaya que eviten el inicio de las obras.

Para estas organizaciones, la incineración de residuos responde a un concepto "caduco" de la política de gestión de basuras, que consideraba que la combustión de estos desechos era un sistema válido para lograr su desaparición.

Sin embargo, los detractores de la icineración insisten en que la combustión de los residuos en estas instalaciones provoca emisiones tóxicas a la atmósfera y supone un derroche de recursos nauales, ya que impide el reciclaje de los materiales que se queman.

Asimismo, las organizaciones destacan que entre las sustancias y compuestos tóxicos que genera la incineración de residuos se encuentran algunos potencialmente cancerígenos, como las dioxinas y los furanos.