Según la encuesta, las preocupaciones medioambientales influyen en las decisiones de compra de un 62% de los británicos, y para la cuarta parte tienen incluso mayor relevancia que en 2008.

El 25% de los encuestados afirma tener en cuenta el comportamiento ético de las empresas a la hora de elegir los productos que van a adquirir, mientras que el 14% no compraría artículos producidos por empresas con mala reputación medioambiental.

Los participantes en el estudio también afirmaron que les gustaría que la información sobre lo que están haciendo las empresas para reducir su impacto en el medio ambiente fuera más clara y creíble, y el 44% se mostró a favor de que las empresas facilitaran más datos sobre sus políticas en esta materia.

Sólo un 6% de los encuestados dicen basar sus decisiones ecológicas de compra en la publicidad, y la mayoría prefiere obtener información sobre el comportamiento medioambiental de las empresas a través de los medios de comunicación (38%) o el testimonio de terceros.

"La encuesta muestra que los valores de los consumidores no han variado incluso en una situación de recesión económica, y que siguen queriendo que las empresas actúen y recorten su huella de CO2 y proporcionen información accesible y transparente sobre sus políticas de responsabilidad social", ha subrayado Harry Morrison, de Carbon Trust.