En la sociedad, que cuenta con unos fondos propios de 470 millones, participan varios bancos y cajas de aorro vascos, además del Ejecutivo autónomo, que aporta 94 millones.

Luzaro pretende ayudar al fortalecimiento de la estructura financiera de las pequeñas y medianas empresas del País Vasco mediante la inyección de recursos propios y la mejora de las condiciones de acceso a los préstamos bancarios, según manifestaron directivos de la sociedad.

Los préstamos serán a plazo fijo y largo, un total de 10 años, y el crédito tendrá un interés nominal anual del 8%, más un tipo de interés variable que depederá de los beneficios de la empresa.

Los créditos participativos servirán para financiar proyectos de inversión viables hasta un máximo del 40% de la inversión y con un límite de 100 millones de pesetas.

El Gobierno vasco subvencionará la diferencia entre el tipo de interés pagado por las empresas y el coste para Luzaro de los fondos prestados.

Los créditos concedidos por Luzaro tendrán consideración de fondos propios a efectos contables y su prelación crediticia es posterior a la de los aceedores comunes y anterior a la del capital social.

Las entidades financieras integrantes de Luzaro avalarán el 70% de los créditos participativos concedidos, mientras que el Gobierno autónomo reavalará el 60% de los avales otorgados. El Ejecutivo vasco afrontará el 42% del volumen de fallidos que se produzcan.