Según el documento fundacional, el objetivo de esta corriente es "regenerar el proyecto alternativo y progresista en la comunidad autónoma, retomando el discurso original de la organización como movimiento político y social, frente a las viejas formas y actuaciones políticas de la actual presidencia regional".

Los "críticos" consideran que la gestión de a presidencia actual de IU de Madrid "entorpece la construcción de la idea de una nueva izquierda, a la que aspiramos".

Los miembros de este movimiento, militantes de Izquierda Unida en diferentes pueblos de la región madrileña, solicitan a la dirección de la coalición que haga posible "más democracia interna y mayor soberanía".

"Este movimiento", explicaron a Servimedia fuentes de la corriente crítica, "desea organizarse no para exigir una mayor cuota de poder, sino para avanzar en la consecució de una Izquierda Unida plural, plenamente democrática y abierta a la sociedad".

Para los "críticos", las propuestas de la nueva Izquierda Unida deben diferenciarse de las que realizan los partidos políticos jerarquizados.

Entre los integrantes de esta nueva corriente figuran el miembro del movimiento vecinal Mariano Gamo y el concejal del Ayuntamiento de Madrid Félix López Rey, aunque este último no ha podido participar en la creación de la corriente por motivos personales.