Trillo dijo que este exceso de trabajo del Constitucional está causado por los numerosos recursos de amparo que le llegan. Para ello, ofreció al resto de grupos parlamentarios en el Congreso la posibilidad de consensuar una proposición de Ley de Reforma del Tribunal Constitucional. A su juicio, no se puede hablar en ningún caso de conflicto de competencias y sólo se trata de un problema de "atasco de trabajo que se viene larvando desde hace mucho tiempo".

"No hay que dramatizar en exceso. No estamos ante un conflicto constitucional entre poderes", añadió Trillo, quien aseguró que en esta situación el Rey sólo puede escuchar y aconsejar, pero no le corresponde arbitrar ninguna medida.