Como planteamiento general, la CECU recuerda que antes de adquirir un producto o contratar un servicio conviene comparar precios en distintos establecimientos.

Igualmente, advierte que durante las navidades las campañas de publicidad se intensifican y en muchas de ellas se exagera premeditadamente para intentar trastocar los hábitos de compra.

Los productos alimenticios típicos navideños (cordero, besugo, mariscos y moluscos) pueden comprarse con bastante antelaión y someterlos a un proceso de congelación. De este modo, la calidad es la misma y el dinero empleado, la mitad.

En cuanto a los juguetes, la CECU considera que deben servir para aumentar el grado de conocimiento del niño, potenciar su destreza y contribuir a su diversión.

La organización desaconseja comprar juguetes por la única razón de que se anuncian en televisión y subraya que la normativa actual dispone que los materiales empleados en su fabricación han de ser blandos, de rellenos no puntagudos y deben carecer de agujas, clavos y otros elementos similares.

Los mecanismos plegables o de arrastre no pueden suponer riesgos de atrancamiento y no pueden tener celuloide o materiales peligrosos, como nitrato amónico, hidróxido de litio o amianto.

Por lo que se refiere a los consejos que deben seguir las personas que aprovechen los días festivos de Navidad para tomarse unas minivacaciones, éstos son los siguientes: comprobar las condiciones generales de contratación, cerciorarse de los gstos de paralización y requerir información sobre el seguro de viaje.