El plan será remitido al Gobierno para que lo traslade al Consejo Nacional del Agua y posteriormente lo apruebe el Consejo de Mnistros.

El documento establece las normas de regulación de los trasvases que se efectuarán a través del acueducto Tajo-Segura, que han sido aceptadas por Castilla-La Mancha y la comunidad valenciana.

El Plan Hidrológico de la Cuenca del Tajo considera que existirán excedentes en la cabecera de este río cuando los pantanos de Entrepeñas y Buendía superen los 240 hectómetros cúbicos, por lo que no se podrán realizar trasvases cuando las reservas de estos embalses estén por debajo de esa cantidad. Sin embargo, también define las condiciones hidrológicas excepcionales que podrán permitir la autorización de trasvases a través del Tajo-Segura.

Estas condiciones extraordinadinarias se producirán cuando, estando plenamente asegurados los consumos del Tajo sin ninguna restricción, no se pueda garantizar el volumen mínimo necesario para el abastecimiento y riego de socorro en la cuenca del Segura y para el abastecimiento en la cuenca del Guadiana.

El Ministerio de Medio Ambiente valoró positiamente el consenso alcanzado entre administraciones gobernadas por partidos de diferente signo ideológico, como Castilla-La Mancha, Extremadura, Castilla y León y Madrid.