Así concluye la declaración que leyó la presidenta de la Comisión, la diputada socialista Ana María Botella, antes de la comparecencia de la ministra de Educación y Formación Profesional, Pilar Alegría.

En la declaración, los diputados consideran el uso de la violencia de la invasión rusa de Ucrania como "injustificada" y alertan de que "el horror va a condenar a varias generaciones de por vida" a la par que está provocando una situación "desesperante" en los más pequeños. "Debe terminar", piden, exigiendo a Rusia el "compromiso" con el cumplimiento de los acuerdos internacionales en la protección de los menores.

La declaración denuncia asimismo que, al igual que los hospitales, los colegios ucranianos son "objetivo" de los ataques rusos, y trasladó la "total solidaridad con el pueblo ucraniano, especialmente con los niños que sufren este horror".

Ante esta situación, muestran su deseo de que los menores refugiados ucranianos que llegan a España "continúen su vínculo con las escuelas y el proceso educativo" y en un clima de la "mayor normalidad".

Alegría agradeció la declaración "en momentos tan difíciles golpeando el corazón de Europa" y expresó que deben "prevalecer los valores de la unidad y la solidaridad".

En paralelo, en su perfil oficial en las redes sociales, la ministra publicó un mensaje de apoyo a los refugiados menores ucranianos: "Vivimos una crisis humanitaria sin precedentes desde la Segunda Guerra Mundial. Nos preocupa especialmente la situación de los menores y haremos lo necesario para acoger y escolarizar a los niños ucranios que lleguen".