La PNL del PP estaba dividida en tres puntos, siendo el primero de ellos el relativo a la marcha atrás en los cambios sobre la política de puntualidad de Renfe, que cosechó el apoyo mayoritario de la Cámara Baja con los mencionados 183 votos a favor. No obstante, todos los puntos salieron adelante, aunque ya con menos apoyos el tercero de los apartados, que recogía críticas al Ejecutivo.

En el Pleno de la Cámara Baja, el diputado del PP Héctor Palencia sostuvo que los ciudadanos no necesitan que Renfe “copie lo peor” de las empresas privadas porque, si no, “¿para qué queremos una operadora pública?”. A su juicio, no se deben modificar los estándares de puntualidad, sino garantizar a los pasajeros que pueden llegar a tiempo a su destino.

“Modificar el criterio de puntualidad solo normaliza el problema, pero no lo soluciona. Evidencia su falta de compromiso real con el bienestar de los españoles”, espetó Palencia. En este sentido, ironizó con que a los socialistas “se les atraganta un día sí y otro también la palabra progresista” y realizan lo contrario de lo que significa.

Además, expresó que hay trabajadores de Adif que denuncian que “este Gobierno les está obligando a pedir piezas de repuesto por AliExpress” y que se están dejando de realizar labores de “mantenimiento preventivo”, lo que es una “temeridad” y “una barbaridad”.

Y más allá de la situación de Renfe, el diputado ‘popular’ arremetió contra el Gobierno preguntándose: ¿Es progresista dejar dirigir a los herederos de los terroristas las directrices de la Guardia Civil y de la Policía Nacional? No contestan. ¿Es progresista defender que es moral y éticamente ejemplar colocar a un hermano, dejarle tributar en el extranjero y que ni trabaje en Badajoz ni en Portugal? No contestan. ¿Es progresista defender que es moral y éticamente ejemplar que la mujer del presidente utilice el Palacio de la Moncloa para sus negocios personales?”.

POLÍTICA DE LA BUENA

Ante estas palabras, el diputado del PSOE César Joaquín Ramos manifestó de forma irónica que deseaba que los miembros del PP sean “capaces” de aprobar la PNL si al poder decir que han conseguido “una pequeña victoria” sobre el Ejecutivo ya pueden, desde ese momento, hacer “política de la buena”.

En este sentido, resaltó que en el Congreso se está para intentar “mejorar la vida de la gente” y añadió que se imagina la sede del PP con un cartel que pone “el ala oeste de Moncloa”, porque “no han asumido que no tienen” el poder y por ello han “renunciado” a plantear medidas para mejorar la vida de la gente.

Asimismo, se burló de los “estrategas del PP” que “montan” a Alberto Núñez Feijóo una “Moncloa en pequeñito” para hacerle creer que, en efecto, si no está en el Gobierno es porque “no quiere”, ya que la PNL es “una iniciativa que lo único que busca es tener una victoria pírrica” ante el Gobierno.

Tras ello, acusó al PP de buscar “perjudicar a la empresa pública” Renfe. “Quieren beneficiar a empresas extranjeras en detrimento de Renfe porque le quieren poner unas condiciones en aquellos sitios donde tienen que competir que al resto de empresas no quieren hacerlo”, ahondó.

“¿Ustedes a quiénes defienden? ¿A las empresas extranjeras o a la empresa pública española? Porque llevan la banderita permanentemente en sus manifestaciones pero lo que demuestran con estas iniciativas es que son unos patriotas de pacotilla”, inquirió.

MORIR DE ÉXITO

En paralelo, el diputado Félix Alonso, de Sumar, sostuvo que el PP “no quiere defender a los consumidores” presentando esta PNL, sino “atacar” al Gobierno, porque “son como Atila” y “siempre a las órdenes de su patrón”. Con todo, discrepó del ministro Óscar Puente sobre que el tren vive su “mejor momento” y advirtió de que se debe tener cuidado con no “morir de éxito” ante los problemas existentes.

Por otro lado, desde Vox, Carina Mejías reprobó que hace semanas dijera el ministro de Transportes que no modificar la política de cancelación de Renfe era un “suicidio” para la empresa, pues lo que debería hacer es garantizar un servicio de “calidad”.

Por su parte, el diputado de Junts Isidre Gavin acusó al Ejecutivo de “tirar la toalla” al empeorar la política de compensación de Renfe y no tratar de evitar los problemas. Con todo, advirtió de que el “verdadero caos” se da no en la larga distancia, sino en cercanías, como a su juicio sucede en Cataluña.

Otras formaciones políticas, como el PNV, criticaron los problemas existentes pero recordaron que el PP también ha ostentado responsabilidades de Gobierno.

DE FORMA INMEDIATA

La PNL urge al Gobierno a revertir, “de forma inmediata”, los actuales compromisos de puntualidad y devoluciones de Renfe, restableciendo los existentes antes del pasado 1 de julio, pues esa decisión ha supuesto un “empeoramiento” para los usuarios de los servicios públicos ferroviarios.

También urge a adoptar todas las medidas necesarias para mejorar los servicios públicos ferroviarios y exige al ministro de Transportes, Óscar Puente, que “comience a gestionar de manera real y efectiva” los servicios e infraestructuras públicas ferroviarias de su competencia en beneficio de los usuarios, que “sufren un permanente caos ferroviario por la gravedad de las incidencias y por el talante del ministro”.

El texto también recuerda que, en 2023, Renfe abonó 42 millones de euros a los pasajeros por compensación de retrasos.