Gutiérrez, después de un discurso de casidos horas, recogió una ovación cerrada de todos los asistentes al Congreso puestos en pie, lo que provocó la emoción en el líder de CCOO, que no pudo evitar que se le humedecieran los ojos.

Por su parte, durante las presentaciones, los más coreados fueron Labordeta, que originó una fuerte ola de aplausos al ser anunciado y la actriz Aitana Sánchez Gijón, que concentró las miradas y hasta algunos silbidos de admiración, muy diferentes a los 'pitos' de reprobación dirigidos al presidente de los empresaros, José María Cuevas.

Mientras, Pimentel, que había pasado inadvertido, colocado por la organización en una esquina de la tercera fila, precisamente al lado de Cuevas, se convirtió en el centro de atracción de imprevisto, al ser citado por el líder de UGT, Cándido Méndez. El público interrumpió a Méndez e improvisó una ovación breve, pero intensa, dirigida al ex ministro.