El director de Karibú, el religioso mercedario Antonio Díaz de Freijo, denunció que este proceso de normalización de inmigrantes "deja al margen a los inmigrantes africanos subsaharianos. Se da la espalda a esta población y se les deja en situación de desprotección".

Para conseguir la normalización, los inmigrantes deben presentar un certificado de penales, contrato de trabajo y demostrar una estancia en España en los últimos seis meses, explicó.

Con estas condiciones, según Díaz de Freijo, "nos encontramos ocn una normativa que lo que pretende no es documentar y normalizar a las personas", sino que busca que "aquellas personas que se encuentran trabajando, regularicen su situación y comiencen a cotizar a la Seguridad Social".

Comentó que los inmigrantes subsaharianos no pueden reunir dichas condiciones. La mayoría de ellos llegan a nuestro país en pateras, suelen ser detenidos e internados en centros especiales. Los que son identificados son expulsados a su país de origen.

Añadió que a los que no se les puede repatriar "son enviados a diferentes ciudades y ya se ha conseguido que se haga un plan de acogida durante unos días en esas ciudades". Otro problema es conseguir el certificado de penales, pues para muchos es "una carga económica más para las familias de los inmigrantes".

En cuanto al contrato de trabajo, dijo que también resulta difícil que los empresarios contraten a estos inmigrantes cuando muchos de ellos "viven en la calle o acogidos en un albergue".

El diseño de este proceso de normalización, concluyó Antonio Díaz Freijo, "no sirve para integrar a los que más lo necesitan, los que más sufren o están peor", y, a su juicio, "se trata más de una campaña publicitaria".