Cañizares afirmó que "nos preocupa la concepción de la persona y de la sociedad que se quiere llevar a cabo a través de esta Conferencia, la cultura que quieren hacer emerger, consolidar e imponer especialmente a los países subdesarrollados, sometiéndoles a estas concepciones como contrapresatación a unaspequeñas ayudas, sin considerar que la promoción y el desarrollo de los pueblos no puede darse sin el respeto a la dignidad de la persona humana".

Para el obispo de Avila, miembro de las comisiones episcopales de Enseñanza, Doctrina de la Fe y Educación, "la iglesia hace una defensa a ultranza de la mujer, para que no sea manipulada o sometida a otros intereses, para que no sea vista como un objeto de placer o sujeto a otros intereses".

Antonio Cañizares, que peregrinó este fin de semana al santurio de Torreciudad, que celebra el veinte aniversario de su inauguración, destacó que "los santuarios son un lugar de encuentro con Dios, de reposo, en silencio y en la adoración, donde el que acude desde una sociedad tan secularizada puede reconciliarse con la trascendencia y consigo mismo".