Según Confemetal, su plan de desregulación es complementario del Programa de Convergencia aprobado por el Parlamento, y trato de equiparar las empresas españolas con "sus competidoras de los países más avanzados de la Comunidad".

Las lineas maestras del plan de Cofemetal son la sujeción de las empresas públicas al régimen de competencia, la reconsideración de todas las intervenciones administrativas y la generalización del carácter positivo del silencio administrativo, para que ninguna gestión empresarial pueda ser entorpecida por falta de respuesta.

Confemetal propugna asimismo la "liberalización de la afiliación y tarifas de los colegios profesionales oficiales y de la pertenencia a cualquier tipo de corporación oficial, que son reminiscencias de un orden soioeconómico ya superado".

Para Confemetal, "la economía nacional tiene un enorme potencial de crecimiento, frenado sistemáticamente por la fijación administrativa de precios, las limitaciones de acceso a ciertos sectores, las concesiones administrativas y las autorizacines previas para ejercer algunas actividades que impiden alcanzar un desarrollo sostenido de la economía".