Con ese fin, propone en su último boletín informativo que la nueva Ley del IRPF elimine la consideración de retribución en especie que tienen los cursos de formación profesional que reciben los trabajadores.

Confemetal solicita también que los gastos de las empresas en formación sean deducibles del Impuesto de Sociedades, así omo otros incentivos fiscales y legales que favorezcan la inversión en reciclaje profesional.

Los responsables de Confemetal destacan las dificultades que tienen las empresas para cubrir puestos de trabajo cualificados. En su opinión, el "notable déficit formativo" de los trabajadores españoles es especialmente preocupante ahora que el mercado único europeo está cada vez más cerca.

Para la patronal del Metal, la competitividad, la calidad y las innovaciones tecnológicas serán factores determinants para las empresas cuando entre en vigor el mercado único de 1993, lo que obliga, a su juicio, a tener una política de recursos humanos en la que la formación profesional ocupe un lugar prioritario.

Por ello, considera que es urgente corregir las deficiencias existentes en materia de orientación profesional, gestión de colocaciones y reciclaje permanente de los trabajadores, que están provocando "graves situaciones de falta de mano de obra cualificada y el hecho de que miles de puestos de trabajo ofrcidos por las empresas se encuentren vacantes".

Según Confemetal, la corrección de las deficiencias en materia de formación profesional se conseguiría con una formación "integral y de calidad", basada en el conocimiento del mercado y las demandas de trabajadores a corto y medio plazo de las empresas.

ESCASEZ DE CENTROS

Recientemente el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social dio a conocer una encuesta realizada a 2.000 empresas españolas en el primer trimestre de 1989, según la cual, el 40 porciento dijo tener dificultades para cubrir puestos de trabajo vacantes. A juicio de las empresas, estos problemas se deben fundamentalmente a la escasez de centros de formación profesional.

De acuerdo con esta encuesta, el procedimiento más utilizados por las empresas para satisfacer sus necesidades internas de formación es la impartición de cursos con medios propios, expediente al que recurren el 28,1 por ciento de las empresas.

Otro 26,1 por ciento de las empresas contrató cursos de formación cn entidades privadas, especialmente para formar a sus directivos.

Los interlocutores sociales han comenzado ya las negociaciones de un plan de formación profesional, aspecto que quedó pendiente en la primera fase de la concertación social. Ayer se reunieron por primera vez Gobierno, empresarios y sindicatos para establecer el marco de negociación y el grupo que llevará a cabo los trabajos.