Confemetal destaca que estas empresas si se ven necesitadas de hacer una regulación de empleo de menos de 10 trabajadores en un periodo de 90 días, deberán aonar toda la indemnización a estos empleados como si fuera un despido individual.

La patronal, si bien reconoce que la nueva regulación "eleva los umbrales para considerar un despido como colectivo y precisar de la autorización administrativa", recuerda que hasta la reforma el Fondo de Garantía Salarial (FOGASA) abonaba el 40 por ciento de las indemnizaciones de los expedientes de rescisión de contratos (aunque era necesaria la aprobación de la autoridad laboral).

"Esta nueva situación puede prodcir considerables problemas financieros a las empresas de menos de 25 trabajadores que, ante una crisis, necesiten despedir por debajo de los umbrales que la reforma laboral considera despidos colectivos, lo cual agravaría su situación o les obligaría a despedir colectivos de más de 10 trabajadores", indicó.

Confemetal aseguró que el problema es "muy grave", ya que más de la mitad del presupuesto del FOGASA se dedica a costear la crisis de empresas inferiores a los 25 trabajadores, en concreto en los inco primeros meses del año el 50,8 por ciento de los pagos fueron a estas sociedades.

Las críticas de Confemental a la nueva regulación del despido colectivo han venido a sumarse a la de los sindicatos, si bien por motivos muy distintos, ya que las centrales consideran que se ha flexibilizado y abaratado las rescisiones de contratos.