La CONCAPA señaló en un comunicado que esta medida busca de nuevo "poner zancadillas" para entorpocer la aplicación de la Ley de Calidad.

Según la confederación, un alumno que no ha aprobado una asignatura en nueve meses, difícilmente lo hará en 10 días, aunque tenga los contenidos más recientes.

Además, cree que poner estos exámenes en junio, con sus correspondientes cursillos acelerados de recuperación, supone un "engaño" para las familias, porque se recortarán los días lectios previstos para el desarrollo del curso ordinario y al cansancio escolar anual habrá que sumar un estrés innecesario.

CONCAPA dice que si las comunidades socialistas no dan marcha atrás, pedirá a sus asociaciones que exijan responsabilidades por los perjuicios que se puedan derivar de la aplicación de la medida.