El neuropsicólogo Robert Fields declaró en la 106ª Convenció de Psicólogos Norteamericanos que los conductores mayores de 80 años tienen índices de fatalidad mayores que los de cualquier otro grupo, excepto los jóvenes, que en Estados Unidos pueden conducir a los 16 años.

A pesar de que la mayoría de los ancianos sufren limitaciones cognitivas, así como lesiones cerebrales o defectos derivados del envejecimiento difíciles de determinar en una prueba neuropsicológica, la tendencia actual lleva a otorgar los permisos de conducir durante más tiempo, reduciendo lo procedimientos de examen para la renovación de los permisos.

Las politicas ante los conductores ancianos no son iguales en todos los estados de Norteamérica, y algunos de ellos permiten incluso renovar el carnet de conducir por correo, para lo que los conductores sólo deben presentarse ante Tráfico cada 12 años, lo que, a juicio de Fields, se basa "en intereses económicos más que en la seguridad de las carreteras".