Según la sentencia, la procesada efectuó labores de vigilancia en esta acción por la que ya fueron condenados en 1985 Mercedes Padrós y Francisco Javier Ros Díaz.

El tribunal considera probado que los tres grapo, junto a un cuarto miembro de la banda que no ha podido ser identificdo, decidieron atacar a una patrulla del Cuerpo Nacional de Policía que pasaba todos los días a primera hora de la mañana por el Camino Viejo de Leganés, en el madrileño barrio de Carabanchel.

El día de autos, el vehículo policial, ocupado por los funcionarios José Antonio Requena Duarte y Marcelino Clemente Vaquero, se detuvo ante un semáforo en rojo.

Entonces, Mercedes Padrós se acercó a la ventanilla del conductor para llamar la atención de los policías, mientras que Francisco Javier Ros les aetrallaba a corta distancia desde el lado opuesto.

Los agentes recibieron nueve impactos de bala en zonas vitales y fallecieron mientras les trasladaban a un centro hospitalario.

Milagros Caballero fue declarada rebelde en 1985, año en que huyó a Francia donde la detuvieron al año siguiente junto a otros miembros de la organización, tras depositar una maleta y dos bolsas, que contenían tres pistolas automáticas, dos ametralladoras, un fúsil y diversa munición, en una consigna de la estación del Ete de París.

Las autoridades francesas concedieron su extradición en 1989 por todos los hechos imputados excepto el de pertenencia a banda armada.

Por otra parte, María Jesús Romero Vega, condenada por otras acciones de los Grapo, ha sido absuelta de un delito de tenencia ilícita de armas por el que el fiscal pedía 10 años de reclusión.

La Audiencia Nacional ha estimado que no existen pruebas suficientes que acrediten que María Jesús Romero fuer uno de los tres individuos que el 21 de septiebre de 1990, olvidaron una bolsa de viaje en un aparcamiento de la playa de El Saler (Valencia), en la que la Policía encontró 34 cartuchos, preparados con cables y pilas eléctricas.