La asociación protectora de animales "El Refugio", que fue la que presentó la denuncia, dice que la sentencia reconoce que el acusado lanzó los cachorros de gato cuando iba conduciendo a gran velocidad.

Los hechos sucedieron el día 4 de junio de 2006, por la mañana, en el término municipal de Colmenar Viejo, carretera de Hoyo de Manzanares, Madrid.

El autor de los hechos había encontrado tres cachorros de gato en su finca muy cerca de allí, los cogió y los metió en su coche, y durante el trayecto, a gran velocidad, los fue lanzando por la ventanilla del lado derecho.

Los testigos que iban detrás en otro vehículo vieron "con asombro e impotencia" lo sucedido y se pusieron en contacto con "El Refugio" para que denunciasen los hechos

"Con esta condena, avanzamos más en la protección animal, por lo que desde "El Refugio" aplaudimos la sentencia dictada, y animamos a todos a denunciar cualquier situación de maltrato", manifestó Nacho Paunero, presidente de El Refugio.

Según dice "El Refugio" en un comunicado, el primero de los gatos, cayó con las patas hacia arriba y pudo salir andando al lado izquierdo de la carretera y ponerse a salvo. El segundo gato lo atropelló el condenado con el coche dando un volantazo y el tercero lo lanzó a la cuneta.

Los testigos siguieron al coche para cogerle la matrícula y al regresar vieron al segundo gato atropellado y pudieron rescatar al primero que lanzó, que estaba maullando en la parte izquierda de la carretera, en la cuneta".

Al final, el único gato que quedo con vida, que se llama Nico, fue acogido por "El Refugio", y ahora está felizmente adoptado por una familia.