El Tribunal Superior de Justicia de Madrid ha dictado una sentencia, a la que tuvo hoy acceso Servimedia, que estima el recurso presentado por los padres contra la negativa de la Administración madrileña a asumir que esa bacteria, que se descubrió en el área de cuidados intensivos de la Unidad de Neonatología del hospital, denominada "pseudomona", fue la culpable en junio de 2004 del fallecimiento de la pequeña Irene, nacida un mes antes con un complejo cuadro malformativo (con síndromes de Joubert y Charge).

El tribunal ha estimado que la niña tenía efectivamente esas dolencias, pero el hospital no adoptó las debidas medidas de asepsia para el tratamiento de la pequeña.

La sentencia afirma que "no sólo no hay ninguna prueba sobre el cumplimiento de estas obligaciones, sino únicamente que hubo una inusual extensión de la bacteria que provocó la muerte de Irene, extensión que suponía 'un elevado riesgo' para los pacientes, según señaló el propio hospital" en su día.

El tribunal añade que las "únicas medidas preventivas que constan en autos se tomaron con posterioridad a dicho fallecimiento".

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, anunció la apertura de una investigación oficial después de que la prensa hiciera públicas las circunstancias de la muerte de Irene y de otro bebé en un lapso de tres días. Un tercer niño también se vio afectado por el microorganismo, pero logró superar la infección.

Desde el hospital se dijo entonces que la bacteria, que habitualmente suele aparecer en zonas húmedas, "no es mortal en sí misma", y no puede establecerse una relación de causa-efecto entre su propagación y la muerte de unos bebés prematuros que estaban aquejados de muy graves dolencias.