Cada uno de los acusados ha sido condenado como coautores directos de un delito contra el medioambiente en concurso con un delito de daños al dominio público hidráulico, con la atenuante de dilaciones indebidas.

Se les imponen dos años y cinco meses de prisión por el primer supuesto y un año de cárcel por el segundo, además de multas y la obligación de indemnizar conjuntamente con casi dos millones de euros a la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir.

Los acusados superaron la extracción de agua que tenían autorizada para el riego de una finca de su propiedad en Aznalcázar. Los condenados son José María, Ana María, Antonio, Ernesto y Francisco C.P., todos ellos propietarios de la finca Hato Blanco Viejo, que constaba inscrita en el Catálogo de Aguas Privadas de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG), en la que se cultiva algodón y arroz.

La finca se riega con agua procedente del acuífero Almonte-Marismas, que alimenta al Parque Nacional de Doñana, y tenía unos límites de uso asignados que eran incumplidos de forma “reiterada”, llegando a doblar el volumen que podían extraer y originando la apertura de 13 expedientes y varias resoluciones administrativas.

Esta acción, que se prolongó entre los años 2008 y 2013, tuvo efectos “muy graves” sobre el hábitat de la marisma de Doñana, puesto que el acuífero del que detraía es “la principal fuente de aportación para el mantenimiento” del parque, con importantes efectos sobre “las especies estrechamente ligadas al medio acuático”.