Los hechos ocurrieron el pasado día 8 de junio, cuand el propietario del restaurante "Felipe IV" de Navalcarnero amenazó a la invidente María Teresa Alcalá Arribas con expulsarla del local, si no accedía a comer en un lugar apartado del salón-comedor, donde se encontraban otros clientes.

Según la sentencia, Torrado incurrió en un delito de falta por coacciones, ya que el real decreto 3.250/83 establece que los deficientes visuales acompañados de perros guías "tendrán acceso a los locales y establecimientos públicos, teniendo tal consideración los restauantes, a tenor del artículo 1.1.2 de la Orden 527/85".

Para la jueza, la actitud del dueño del local no fue motivada por la agresividad, falta de aseo, enfermedad del perro o una situación presumible de riesgo para el resto de los clientes, razones que habrían justificado su petición a la invidente.

Además, la resolución subraya que Torrado no estaba legitimamente autorizado para proceder como lo hizo al no haber acreditado que tuviera reserva del derecho de admisión al establecimiento lo que, po otra parte, hubiera exigido "una publicidad adecuada".

El fiscalhabía solicitado la absolución del denunciado por entender que concurrió un conflicto de intereses entre ambas partes, mientras que la acusación particular, en representación de la perjudicada pidió 25.000 pesetas de multa y una indemnización de 150.000 pesetas por coacciones y vejación injusta.