El agresor, un electricista sevillano de 36 años, estaa acusado de malos tratos continuados y de violación reiterada a su mujer, con quien contrajo matrimonio hace 13 años.

La mujer llegó a denunciarlo hasta en cinco ocasiones, pero el ahora condenado volvió a maltratarla tras cumplir las condenas impuestas en anteriores ocasiones.

En la última de ellas, amenazó a su mujer con un cuchillo jamonero que le enseñó por debajo de la puerta. Ella se refugió con sus hijos en el dormitorio, pero al introducir su marido papeles quemados por debajo de la puera, tuvo que salir ante el riesgo de incendio, momentó que aprovechó éste para volver a violarla, según los hechos considerados probados por la sentencia.