CONDENADO A 20 AÑOS DE PRISION EL PROFESOR QUE ASESINO A SU EX MUJER DELANTE DE LOS ALUMNOS

MADRID
SERVIMEDIA

La Sección Tercera de la Audiencia de Madrid condenó hoy a 20 años de prisión a Mauricio Triguero Triguero, un profesor de 51 años, por matar a su ex mujer, María Esteban, maestra como él en el colegio madrileño "Ciudad de Valencia", a la que apuñaló en febrero de 1991, delante de 8 alumnos de primero de EGB, por desavenencias sobre la custodia de su hijo Héctor.

La sentencia recoge las atenuantes de arrepentimiento espontáneo, por entregarse voluntariamente en comisaría, y trastorno mental ocasional, ya que considera que Mauricio tuvo "una reacción vivencial anormal" provocada por todas las vicisitudes del proceso de separación, que se inició en 1988 tras 9 años de matrimonio.

La sala ha estimado que la ruptura matrimonial y los largos periodos de incomunicación con su hio, problemas que se agravaron cuando su ex mujer cambió a Héctor de colegio, produjeron en el procesado, "hombre de una personalidad de carácter neurótica, con abundantes rasgos obsesivos", una tensión emocional que le originó "una ansiedad y depresión con transformación de la realidad y limitación de su voluntad".

De esta forma, fue grabando desde su separación, en unas cintas, pensamientos sobre las relaciones con su esposa y su hijo, en las que, "por una sobrevaloración emocional", presenta desde e primer momento la idea de acabar con la vida de María, a la que cree culpable, "influida por sus hermanas y con la colaboración del juez", de un imaginativo plan para separarle de su hijo.

Esta tensión se incrementó el fin de semana anterior al crimen, cuando Mauricio no logró comunicar con su hijo a pesar de que le correspondía visitarle, lo que le llevó a denunciar a su esposa en comisaría y en el Juzgado de Familia.

El 21 de febrero, aprovechando una hora que tenía libre, Mauricio se dirigió l aula en la que su ex mujer impartía clase en ese momento y, tras cerrar la puerta con llave, sin dar tiempo a que María reaccionara, le asestó 26 puñaladas con un machete que le dejó clavado en el pecho.

A continuación, Mauricio salió del colegio y se dirigió con su coche a la comisaría de Entrevías, donde se entregó y confesó su crimen.

Por todos estos hechos, el tribunal reconoce un delito de parricidio, por el que dicta 20 años de reclusión menor para el procesado, que tendrá que pagar tambin una indemnización de 30 millones de pesetas a su hijo por la pérdida de su madre.

La sala no impone, sin embargo, como pena la pérdida de la patria potestad de Héctor Mauricio, solicitada por las distintas acusaciones, ya que esta medida no está recogida en la legislación actual como sanción para los delitos de parricidio, aunque sí en los delitos contra la libertad sexual, abandono de familia y faltas contra menores.

(SERVIMEDIA)
04 Feb 1992
C