CONDENADO A 18 AÑOS DE CARCEL POR VIOLAR AL HIJO DE UN POLICIA

MADRID
SERVIMEDIA

La sección primera de la Audiencia de Madrid ha condenado a 18 años de prisión a Alfonso Moya Ruiz, de 35 años, ue violó tres veces al hijo de un policía después de llevarle hasta su casa por la fuerza.

El tribunal considera probado que el 13 de marzo de 1990, el procesado abordó al menor, que por entonces tenía 13 años, cuando éste se disponía a entrar en el portal de su casa, después de pulsar el botón del portero automático.

Moya Ruiz, que ya fue condenado por un delito de robo a 12 años de cárcel, agarró al niño por detrás y le obligó a acompañarle a su domicilio sin que el pequeño pudiera ofrecer resitencia, ya que además tenía uno de sus brazos escayolado.

Una vez en el piso, el procesado cerró con llave la puerta de acceso y sometió al niño a dos felaciones y una penetración anal.

El agresor retuvo a su víctima durante dos horas y después le dejó marchar tras obligarle a aceptar 1.000 pesetas. El procesado fue detenido esa misma noche, después de que el pequeño le reconociera en un albúm fotográfico que le presentaron en comisaría.

Durante el proceso sumarial, el acusado construyó una oartada para demostrar que la noche en que ocurrieron los hechos estuvo con varios amigos tomando copas, pero los suspuestos acompañanates lo negaron.

Entonces admitió que, pese a no conocer de nada al menor, éste fue voluntariamente a su casa donde sólo se produjeron "rozamientos y tocamientos", versión que reiteró en el juicio oral que se celebró a puerta cerrada.

Sin embargo, las pruebas médicas fueron contundentes al respecto y la sala considera al procesado autor de un delito consumado de rato y otro continuado de violación, por lo que le condena a una pena única de 18 años de reclusión menor y a pagar a su víctima una indemnización de 3 millones de pesetas.

El ministerio fiscal había solicitado 20 años de prisión, mientras que la acusación particular elevó la petición a 38 años por considerar también un delito de atentado contra la libertad sexual, debido a los tocamientos a los que fue sometido el pequeño antes de ser violado.

(SERVIMEDIA)
23 Nov 1991
C