Según informó hoy la Asociación El Defensor del Paciente, los hechos se originaron en abril de 2002 cuando la paciente acudió a la consulta de su médico de Atención Primaria en el Centro de Salud "Isabel II" de Parla, por la presencia de un bulto en la mama izquierda y se solicitó una mamografía que reveló la existencia de microcalcificaciones.

A pesar de ello, el médico de Atención Primaria recomendó una nueva revisión un año después. En octubre de 2002, la paciente acudió a una revisión ginecológica en el Hospital Doce de Octubre donde hizo saber a los facultativos que siete meses antes le habían realizado una mamografía como consecuencia de un bulto en la mama izquierda.

En la exploración, advirtieron la persistencia del bulto, por lo que se realizó otra mamografía que reveló la existencia de un cáncer de mama, por lo que se le extirpó parcialmente el pecho. Después, la paciente fue valorada y tratada de su enfermedad oncológica en el Servicio de Oncología del Hospital de Getafe.

En mayo de 2004, la afectada acudió a dicho servicio por una elevación de las transaminasas y una ecografía abdominal que mostraba la existencia de múltiples nódulos en el hígado e intestino: el diagnóstico fue metástasis hepática del carcinoma de mama.

"En la creencia de que se trataba del cáncer de mama que había infiltrado el hígado, pero sin realizar ninguna prueba diagnóstica que lo corroborara, los Servicios Sanitarios del Hospital de Getafe administraron quimioterapia para cáncer de mama", afirma la Asociación El Defensor del Paciente.

La respuesta a dicho tratamiento fue mala y el cáncer continuó avanzando a pesar de lo cual no se llevó a cabo biopsia de las lesiones. La paciente les rogó el ingreso inmediato en el Servicio de Oncología para lograr un diagnóstico cierto.

Esta petición fue desestimada por el oncólogo del Hospital de Getafe indicando que "no había que correr tanto". La paciente solicitó una segunda opinión en la Clínica Universitaria de Navarra donde recomendaron "la inmediata realización de biopsia hepática de lesiones".

Tras la realización de la biopsia, se confirmó que dichas lesiones provenían de un cáncer intestinal y no del cáncer de mama. Lamentablemente, ya era demasiado tarde y la afectada falleció recientemente a consecuencia del cáncer de intestino tardíamente diagnosticado por el Hospital de Getafe, afirman desde la Asociación.

La sentencia falló que "el retraso en el diagnóstico y tratamiento correcto del cáncer de intestino ha repercutido negativamente en la paciente, precisando un tratamiento mas agresivo con secuelas físicas importantes e irreversibles", concluye la sentencia.