En aquella ocasión, Conde agradecía al resto de los presos la intención que mostraron de querer contribuir a pagar la fianza de 2.000 millones de pesetas fijada para ponerle en libertad. Asimismo, disertaba sobre la teoría de que la cárcel y la libertad están dentro de cada persona y aseguraba que él, en Alcal Meco, no se había sentido en la cárcel.

El texto de la carta, que fue remitida a un diario de Alcalá, es el siguiente:

"Queridos colegas: ayer por la noche, cuando fui por la noche a 'ingresos' a hablar con mi mujer para ver cómo iba lo de la fianza en la que amablemente me ofrecistéis colaborar con vuestra 'pelas', me enteré de que un banquero estaba dispuesto a concederme el aval fijado por la Audiencia Nacional y que, por lo tanto, existía la posibilidad de abandonar el talego".

"Sentí mcha pena, de verdad, de no poderme despedir de vosotros. Quiero daros las gracias por las amabilidades que habéis tenido conmigo desde que me metieron en el 'talego'".

"Hay algo que se aprende cuando estás rodeado de muros. La cárcel está dentro de cada uno de nosotros. Ningún muro, ninguna piedra, ninguna alambrada puede privaros de vuestra libertad. Suena cursi, tíos, pero es verdad, yo no me he sentido en la cárcel".

"A mí, eso de internos me suena como a moda americana de cosas 'light'. !Que oño internos! Presos y a mucha honra. Bueno, un abrazo a todos y mi mayor deseo es que nunca, nunca más nos volvamos a ver juntos, en este u otro talego".