Abogado del Estado, como Conde, desempeñó varios cargos en la administración como subsecretario de Justicia y de Fianzas Públicas. Fue consejero del INI, INH, Telefonica y Tabacalera, y ocupó un puesto en el consejo de Antibioticos.

Dentro de Banesto es considerado como el "ingeniero" de las operaciones más complicadas y exitosas de Conde, (que ahora parecen haberse vuelto contra él), lo que llevó en enero de 1993 al cargo de vicepresidente del banco.

SEPARACION DE BIENES

Reciéntemente, un periódico economico madrileño publicaba que el ex vicepresidente de Banesto había modificado su régimen matrimonial de ananciales para establecer un acuerdo de absoluta separación de bienes con su esposa.

Según el rotativo, Arturo Romaní y su esposa Aurelia Sancho Valles establecieron separación de bienes el 10 de marzo de 1994; ese mismo día su vivienda, situada en la calle Fray Juan Gil, de Madrid, fue inscrita a favor de Aurelia Sancho, acto que formalizaron ante el notario Rafael Ruiz Gallardón y que quedó registrado a 12 de abril de 1994.

Además, el matrimonio Romaní tenía una finca urbana de 5.390 metros cudrados situada en Ezcaray, paraje de Recorbo (La Rioja); esta propiedad ha sido puesta a nombre de la esposa del banquero, cambio registrado a 23 de marzo de 1994.

Un entramado de sociedades instrumentales impide conocer el patrimonio real de Arturo Romaní. Romaní informó a la Comisión Nacional del Mercado de Valores de sus acciones de Banesto a traves de la sociedad de responsabilidad limitada Tropicana Europea.

También aparecen relacionadas con el financiero las sociedades Gay Cordon y Data Trasmision Systems, que ganaron 1.300 millones en la compraventa de acciones de Prebetong Aragón, hormigonera controlada por Valenciana de Cementos. Gay Cordon modificó su naturaleza social en 1992 y su capital quedó asignado a numerosas sociedades, entre ellas la propia Tropicana Europea.

Otras de las operaciones que aparece como vinculada a Romaní es la realizada entre Carburos Metálicos y Air Products. La multinacional Air Products habría pagado en 1990 una opción de compra sobre un paquete de accione de Carburos por un importe de 1.344 millones de pesetas.

Dicho pago no llegó a Banesto, sino a un despacho de abogados suizo, llamado Hamburguer Ackerman. El actual presidente del banco, Alfredo Sáenz, afirmó en el Congreso que había desaparecido esa cantidad.