La conclusión del túnel de la línea 1 desde Plaza de Castilla hasta Chamartín y de toda la obra civil de la nueva infraestructura ha permitido reabrir al público hoy el tramo de la línea 10 que permanecía cerrado.

Chamartín se convertirá en una macroestación que contará con una superficie subterránea total de 35.000 metros cuadrados y quedará preparada para futuras ampliaciones, entre ellas la conocida como "M-40 del Metro" (línea 11 circular, que irá desde el barrio de Carabanchel hasta la Avenida de la Ilustración) o la línea que en un futuro proporcionará servicio a la Operación Chamartín.

Según el Gobierno autonómico, el crecimiento de la población en la zona norte, con los nuevos desarrollos urbanísticos de Sanchinarro, Las Tablas y Montecarmelo, así como de San Sebastián de Los Reyes y Alcobendas, es una de las causas por la que es necesario adaptar Chamartín, que se prevé que utilicen diariamente unos 60.000 viajeros.

La estación se dividirá en cuatro niveles. En el primero se realizará la conexión con Renfe, tanto con Cercanías como con líneas de Largo Recorrido, mientras que el resto de plantas permitirá la conexión con Metro, tanto la actual línea 10 como las ampliaciones en curso y las previstas para el futuro. Por encima de estos cuatro niveles estará en el futuro un quinto que albergará el intercambiador de autobuses.

La construcción de esta macroestación, en la que se está invirtiendo un presupuesto de 140 millones de euros, se enmarca dentro del proyecto de prolongación de la línea 1 de Metro hasta conectarla con la línea 4 en el barrio de Pinar de Chamartín.