EL CONCLAVE PARA ELEGIR NUEVO PAPA SE REUNIRA EN 15-20 DIAS
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El fallecimiento hoy de Juan Pablo II ha dado lugar al inicio del periodo Sede Vacante, durante el que rige el principio "nihil innovetur (que no se innove nada)", y donde el gobierno de la Iglesia queda confiado al Colegio de Cardenales solamente para el desapacho de asuntos ordinarios o de los inaplazables, y para la preparación de todo lo necesario para la elección del nuevo Pontífice.
Así lo estipula la Constitución Apostólica Universi Dominici Gregis, sobre la vacante de la sede apostólica y la elección del Romano Pontífice, del 22 de febrero de 1996.
El Cónclave para elegir al nuevo Papa comenzará dentro de 15 días, aunque el Colegio de Cardenales puede establecer otra fecha, que no puede retrasarse más de 20 días, según estipula la citada Constitución.
El artículo 33 indica, por su parte, que "el derecho de elegir al Romano Pontífice corresponde únicamente a los cardenales de la Santa Iglesia romana, con excepción de aquellos, que, antes del día de la muerte del Sumo Pontífice, hayan cumplido 80 años de edad".
El Cónclave para la elección del Sumo Pontífice se desarrollará dentro del territorio de la Ciudad del Vaticano, en lugares y edificios determinados, cerrados a los extraños, de modo que se garantice una conveniente acomodación y permanencia de los cardenales electores y de quienes, por título legítimo, están llamados a colaborar al normal desarrollo de la elección misma.
Los cardenales electores que van a participar en el Cónclave deberán recibir una conveniente acomodación en la llamada Domus Sanctae Marthae, construida recientemente en la Ciudad del Vaticano.
VOTACION
En la mañana del día fijado para el comienzo del Cónclave se reunirán los cardenales electores en la Basílica de San Pedro y celebrarán la Misa votiva "Pro eligendo Papa". Esa misma tarde los cardenales acuden en procesión a la Capilla Sixtina. Al llegar emiten solemne juramento.
La elección por escrutinio del próximo Papa tiene lugar a través de la votación, individual y secreta, de los cardenales electores. La Constitución Apostólica Universi Dominici Gregis prescribe que se deben realizar dos votaciones cada día. además de una votación la tarde que comienza el Cónclave. Para que sea válida la elección debe contar con dos tercios de los votos.
El artículo 74 prevé que, si después de 24 escrutinios, los cardenales no consiguen ponerse de acuerdo sobre el cardenal elegido como nuevo Papa, podrán decidir por mayoría absoluta el modo de proceder, aunque, al menos, el nuevo Pontífice deberá contar con el apoyo de la mayoría simple de los cardenales.
Después de cada elección se queman las papeletas. La tradición indica que los cardenales provoquen con paja seca o húmeda que el humo sea negro, si no se ha elegido al Papa, o blanco si se ha elegido al nuevo Romano Pontífice: es la conocida como fumata negra o fumata blanca, que suele ver el pueblo romano desde la plaza San Pedro y que indica la elección del nuevo Papa.
Tanto obispos como cardenales pueden aspirar a ser Papa. En la práctica, sin embargo, desde hace muchos siglos el elegido ha sido siempre cardenal.
Una vez elegido Papa, el cardenal decano le pregunta si acepta su elección canónica como Sumo Pontífice. Una vez que ha aceptado, le pregunta el nombre por el que quiere ser llamado.
A continuación, los cardenales le rinden homenaje y le prestan obediencia. Después, el primero de los cardenales diáconos, el chileno Jorge Arturo Medina Estévez, anunciará desde el balcón de la Basilíca Vaticana al pueblo reunido en la plaza de San Pedro la elección del nuevo Papa, usando la tradicional fórmula: "Nuntio vobis gaudium magnum: habemus Papam!", tras lo cual el nuevo Pontífice saludará e impartirá la bendición Urbi et Orbi.
(SERVIMEDIA)
03 Abr 2005
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