En concreto, los ecologistas piden al Ejecutivo autonómico que interrumpa las obras de la carretera 921 de Cuenca, que va de Uña a Tragacete; la del Valle de Alcudia, en Ciudad Real, y la de Ventas a Peña Aguilera, a su paso por los montes de Toledo, hasta que se efectúe un "riguroso" estudio de impacto medioambiental.

Ezequiel Navío, portavoz de los grupos ecologistas Hoces de Cuenca, el Grupo Lutra de Guadalajara y el Grupo Cabañeros de Ciudad Real, e desplazó hasta Toledo para entregar al presidente de Castilla-La Mancha, José Bono, un informe sobre los valores ecológicos de la comarca en la que se están construyendo los tres tramos de carretera.

La zona por la que transcurre la carretera de Cuenca 921 está considerada como área de importancia internacional para las aves del catálogo calificado SEO-IGBT y ha sido incluída en la red de espacios a proteger en Castilla-La Mancha.

En opinión de Navío, hay una contradicción en el hecho de que lo presupuestos de la CE destinen una partida a asuntos medioambientales, mientras algunas administraciones autónomas lo están deteriorando.

A principios del verano, las organizaciones ecologistas enviaron un comunicado a José Bono con alternativas para los tramos en obras, del que, según Navío, aún no han recibido respuesta alguna.

Los ecologistas portaban pancartas con frases como "carreteras criminales, contra espacios naturales", "carreteras en la región, fraude y destrucción" y "en estas carreeras, muerte entre las ruedas".

En la concentración había representantes también del Fondo de Patrimonio Natural Europeo, Fondo de Estudio y Protección del Animal Salvaje y de la Coordinadora para la Defensa Ambiental (CODA).