Tras asegurar que los ciudadanos y ayuntamientos afectados "pueden contar con el apoyo de la Comunidad de Madrid para conseguir que se mejoren y corrijan los efectos que la ampliación del aeropuerto de Barajas tienen sobre el ruido y los vecinos de esas zonas", explicó que "la determinación de la huella acústica definitiva se producirá en el plazo de un año".

Señaló que en ese tiempo se comprobará en la práctica el funcionamiento de las rutas y las incidencias que se hayan podido producir, y afirmó que "habrá que estar ahí presentes para ver cómo es posible y si es posible introducir algún tipo de modificación que haga compatible el funcionamiento del aeropuerto deBarajas con la defensa de los derechos de los vecinos".

González destacó que durante ese año no se podrá desarrollar ningún proyecto urbanístico, debido a una "moratoria" de la Administración autonómica, con el objetivo de que "esos posibles desarrollos no signifiquen un freno o una limitación a que se puedan adoptar decisiones a la hora de determinar la huella que sirvan para mejorar las condiciones de ruido y calidad de vida de los vecinos".