Según explicaron este sábado desde la Comunidad de Madrid, las actuaciones incluyen tratamiento ambulatorio y tareas socioeducativas, así como actividades de reparación extrajudicial.

Este plan es ofrecido por la Agencia para la Reeducación y Reinserción del Menor Infractor (Arrmi) y está repartido en cinco lotes. Las empresas adjudicatarias seguirán llevando a cabo estos trabajos hasta 2026, ya que el actual contrato finaliza en diciembre de este año.

La Arrmi, además de la función que le otorga la Ley Reguladora de la Responsabilidad Penal de los Menores, prioriza que este colectivo especialmente vulnerable pueda tener una segunda oportunidad, y los resultados demuestran que nueve de cada diez jóvenes que pasan por sus instalaciones no vuelven a delinquir.

Por último, la Arrmi anunció que recibió en sus centros el año pasado 2.049 altas de menores infractores, lo que representa un descenso del 7,5% respecto a 2022. Además, gracias a los programas prelaborales y formativos de la agencia, 446 adolescentes pudieron encontrar un puesto de trabajo.