Según informó el Ejecutivo regional, en este yacimiento se han localizado tres construcciones, entre las que destaca un edificio visigodo de uso religioso y numerosas tumbas.

La mayor relevancia de este hallazgo, a diferencia de otras iglesias rurales visigodas conocidas, radica en que las tumbas excavadas en su interior no se hallan expoliadas y mantienen un óptimo estado de conservación.

Esta necrópolis está aportando datos "de gran interés" para el estudio poblacional de la antigüedad tardía en la zona, tal y como señaló el Gobierno autonómico. Además, la estratigrafía de ocupación de la nave está inalterada y registrada, lo que permite datar la fase original del edificio y las posteriores reformas.

El Ejecutivo destacó, asimismo, que la cabecera de la iglesia se ha podido excavar en su totalidad, apareciendo la planta original de la fase más antigua y el apoyo del altar central propio de las iglesias tardo antiguas. Son escasos los ejemplos de este tipo documentados en el centro peninsular.