Además de los cierres cautelares, que soportaron, sobre todo, comercios minoristas e industrias pesqueras, los inspectores sanitarios ordenaron incoar otros expedientes a 432 empresas por motivos similares, tras realizar un total de 25.245 insecciones.

Según señalaron los responsables del análisis presentado hoy, durante el pasado año se llevó un control muy riguroso sobre la higiene alimentaria con objeto de adecuar las instalaciones de las empresas a la normativa del Mercado Unico europeo.

Con este fin la Comunidad de Madrid destinará una partida presupuestaria de 1.559 millones de pesetas a subvencionar a establecimientos de carnes frescas que no cumplen las condiciones higiénico-sanitarias que exige la CE, para que subsanen las deiciencias que presentan.

Sabando indicó como principales incumplimientos los relativos a la manipulación y consevación de alimentos y a las condiciones técnico-sanitarias de los establecimientos, y afirmó que la mejoría más relevante detectada es la eliminación de la exposición pública de los productos alimenticios "fuente y causa de numerosas intoxicaciones en el pasado".

Por sectores específicos más relevantes, el número de inspecciones es el siguiente: industrias cárnicas, 884; leche y derivads lácteos, 1.009; comedores colectivos (bares, restaurantes, etc), 6.563; comercio minorista, 7.307; pan y pastelería, 2.654; registro sanitario alimentario, 3.237.

Para el próximo año se pondrá en marcha un programa de "autocontrol de puntos críticos", siguiendo los métodos más modernos en Europa en materia de controles de calidad, según señaló en la presentación del informe Ricardo García Herrera, director general de Prevención y Promoción de la Salud de la Comunidad.

Ese programa somete a los roductos alimenticios de la cadena de producción a estudios microbiológicos en puntos predeterminados, para lo que se requiere la colaboración de la empresa. Hasta el momento, la Comunidad ha realizado 25 experiencias piloto del programa, con resultados satisfactorios.