En la intervención de dúplica al candidato socialista a la Comunidad de Madrid, Rafael Simancas, Aguirre pidió al secretario general de la Federación Socialista Madrileña que demuestre su "dignidad política" con el abandono de sus responsabilidades.

Aguirre puso la nota de color en el debate de investidura al recordar que u patrimonio desde 1987 sólo había evolucionado a la baja excepto un incrementó en 99.500 euros por la herencia que recibió de su padre cuando murió en enero de 2002. En ese momento, la portavoz del PP tuvo que parar su intervención por las lágrimas.

Casi todos los diputados de su Grupo Parlamentario se pusieron en pie para aplaudir a Aguirre, que, con gesto compungido y los ojos húmedos, escuchaba las críticas de los bancos socialistas. "No todos tenemos la herencia que tiene usted", replicó a Ruht Prta.

Asimismo, anunció la presentación de una nueva querella si alguno de los diputados socialistas vuelve a insinuar, fuera de sede parlamentaria, que el Partido Popular ha comprado a los socialistas Eduardo Tamayo y María Teresa Sáez para lograr que se repitan las elecciones autonómicas en Madrid.

El portavoz de Izquierda Unida, Fausto Fernández, anunció disponer de un dossier sobre el supuesto comportamiento indigno de un diputado del Grupo Parlamentario Popular, del que prefirió no hacer públco el nombre hasta comprobar la veracidad del documento.

Incluso, se mostró dispuesto a entregar una copia a Esperanza Aguirre para que estudie el contenido del dossier, llegado a su despacho a través de un anónimo, y actúe convenientemente contra el parlamentario en cuestión.Por su parte, la portavoz del Partido Socialista, Ruth Porta, volvió a exigir a Aguirre y a "todos" los diputados populares que hagan pública la declaración de bienes y la de sus familiares tal y como han hecho ella misma y e propio Rafael Simancas.