Los usuarios de este recurso son niños y adolescentes de entre 6 y 17 años con medidas de protección, es decir, tutelados por la administración.

Debido a sus problemas de comportamiento, estos menores requieren un comportamiento especializado para evitar situaciones de peligro, tanto para ellos como para las personas con las que conviven.

Los profesionales que atienden a estos menores desarrollan programas de intervención individual y familiar e intervenciones para su integración escolar y laboral. Para ello, trabajan con técnicas dirigidas a la corrección de conductas contrarias a la convivencia y para el aprendizaje de comprtamientos positivos.

Se realizarán también sesiones con las familias de los usuarios, a las que se ofrecerán actividades lúdicas.

Según la comunidad de Madrid, los criterios de mejora del servicio suponían 51 puntos en la adjudicación, mientras que la oferta económica contaba con 49 puntos.