El acuerdo ha sido firmado por la concejala de Empleo y Servicios del Ayuntamiento de Madrid, Ana Botella, y por la consejera de Familia y Asuntos Sociales de la Comunidad de Madrid, Beatriz Elorriaga.

Mediante el acuerdo, el Samur Social prestará apoyo al Servicio de Emergencia Social en situaciones excepcionales que se produzcan fuera de la ciudad. Además, el Ayuntamiento cederá temporalmente a la comunidad plazas de su red de recursos residenciales, y también a la inversa.

Por su parte, el Gobierno regional invertirá más de seis millones de euros en los próximos cuatro años en el mantenimiento de unidades móviles para urgencias sociales de riesgo.

El Samur Social cuenta con 139 trabajadores, 8 unidades móviles, 10 equipos de calles y con un presupuesto de 3,3 millones de euros, por lo que Botella declaró que este dispositivo demuestra "una determinación de luchar contra la marginación y favorecer la integración de todas las personas".

Mientras, el Servicio de Emergencia Social de la Comunidad cuenta con casi 100 trabajadores, cuatro unidades móviles y dispone de plazas de emergencia en residencias de mayores, en centros para personas con discapacidad, en centros de acogida de menores y para mujeres que son víctimas de malos tratos.

Durante su primer año, el Samur Social recibió 40.000 llamadas, de las cuales un 90% eran del municipio de Madrid, y realizó 26.000 intervenciones. Tres de cada cuatro intervenciones tenían como destinatarios a personas sin hogar, inmigrantes o personas mayores. Por su parte, el Servicio de Emergencia Social efectuó más de 2.100 intervenciones.